Es tarde, llueve…disfruto viéndola caer, me gusta sentir su melancolía y como resbala sobre mi piel. La gente pasa, indiferentes, con prisas…menos tú. Sin pensarlo pones tu paraguas sobre mi cabeza resguardándome de la lluvia. Tu mirada limpia altera mi calma y sonríes al preguntar si necesito algo…
Tomo tus manos, están muy calientes. Tanto que la sensación baja hasta mi vientre y solo con mirarte sabes lo que siento, lo que quiero, dejándote guiar por mi esquina, hasta mi refugio especial.
Despacio, libero de tu cuerpo toda ropa, besando cada trozo de piel que en tu desnudez descubro…mientras tú, con un solo movimiento deslizas por mi cuerpo el vestido, liviano como la seda cayendo hasta mis pies.
Besas mi cuello con infinita ternura, me alzas en brazos dejándome en la cama y cierro los ojos. Siento tus manos recorrer mis senos, tu boca, dibujar mapas imaginarios sobre mi vientre hasta llegar al deseado tesoro, hundiendo tu lengua, explorando, volviéndome loca sujeto tu cabeza con mis manos, y en ese momento estallo en un paraíso sin igual .
De tu pelo aun agarrada tiro de ti, poniéndote a mi altura, justo donde tu sexo y el mío coinciden. Penetras pausadamente, dilatando el momento con movimientos lentos, agónicos, hasta hacerme suplicar...mi cuerpo vuelve a sentir la urgencia de ti. Acelerando el ritmo me transportas en placeres infinitos, a paraísos de lujuria mientras nos damos el uno al otro, alucinando, drogados en una burbuja de placer, que no queremos romper…y vuelve a suceder, una y otra vez.
Ha dejado de llover, y con ella te vas…para volver a mis brazos, cada vez que el sol se esconde tras una nube y fuera deja de brillar…llenando de arcoíris ni esquina con la promesa de volver y vivir una tarde más...
¡Nuestro Paraíso Particular!.
(L.E.D.D)
(Dedicado a A. G)
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