La encontré en mi esquina, como una pequeña muñeca de porcelana, frágil, hermosa…me miro, con esos ojos enormes, expectantes, tentando al destino, buscando una mano firme que la sacara ese deseo oculto, tanto tiempo callado, contenido.
Nos abrazamos largamente, hasta que sentí desbocar su corazón. La arrope con mis brazos, acaricie su pelo, la sometí a mis manos conduciéndola hacia la oscuridad de mi guarida. Dulcemente ate su cuerpo. Cerré sus ojos, viajando juntas hacia el mundo de sus sueños, engullidas por un océano de sensaciones.
Mientras, recorría su cuerpo con la fusta, jadeante y sudorosa, temblando cada vez que un aguijón de placer danzaba caprichosamente por su cuerpo.
-Dámelo todo, tu placer. Solo mío, nuestro.
En mi esquina, sintió todo aquello que buscaba, se reconoció a sí misma, acepto su destino...
Mi muñeca de porcelana, frágil, hermosa…
Mi deseo…¡Mi esclava!(L.E.D.D)
No hay comentarios:
Publicar un comentario