miércoles, 23 de noviembre de 2011

Olaf Martens – Fotografía Real




Olaf Martens es un fotógrafo nacido en Halle, en la Alemania Oriental, en 1963. Estudió fotografía en la Escuela de Artes Visuales (HGB) de Leipzig, y fue co-fundador de la agencia de fotos Punctum en Leipzig. En 1990 realizó su primer trabajo como fotógrafo freelance para revistas de moda, belleza, gente y periodismo. Desde el año 2000 reside en Leipzig. Martens está interesado en organizar sus imágenes como si de una obra de teatro se tratase. Sus fotografías, construidas a menudo sobre una base humorística palpable, combinan tomas de moda, documental, conceptual, social, incluso la fotografía de animales y referencias al arte histórico y socio político. Su trabajo no puede ser clasificado, sino que es una combinación de lo que podríamos llamar una especie de post-eclecticismo moderno.



La visión de lo femenino y el erotismo es también una parte importante en el trabajo de Martens hasta el punto de que se convertirá en el eje central sobre el que gira toda su obra. Vivir y trabajar en la Alemania Oriental (la República Democrática Alemana), sirvió de excusa a los medios para proclamarlo el Helmut Newton Oriental, comparación que nunca ha sido del agrado de Martens, y que siempre ha rechazado. Martens sostiene que la sexualidad en la RDA era vivida de una forma diferente, más inmoral si se juzga según los standars de occidente, una sexualidad más anárquica, una forma de ser libre en una sociedad muy restrictiva. Tenía que haber una forma de aliviar las frustraciones para no acabar completamente loco.




Otro tema recurrente en la fotografía de Martens desde el principio es el uso de interiores y exteriores. Obtenía sus imágenes en muchas ocasiones de fábricas abandonadas, y en las afueras de ciudades como Rusia, Checoslovaquia, Turquía y Alemania del Este. Como si se tratase de personajes de David Lynch o Federico Fellini, sus modelos eran gente de la calle que en muchas ocasiones estaban incluso fuera de la sociedad. Enanos, mujeres de la limpieza, costureras, travestís, chicas entradas en carnes… Estos personajes eran combinados por el fotógrafo que los hacía posar con modelos de apariencia impecable.
Olaf Martens se declara un gran fan de la pintura y la escultura del manierismo italiano. Artistas como Parmigianino, Pontormo y El Greco, han influido de manera notable en su trabajo por su exageración, sus colores brillantes y las proporciones deformadas. Martens no es partidario del retoque fotográfico, para el a menudo la belleza está en las imperfecciones y en la diversidad. “Cada imagen tiene su propio carácter. Y encuentro cosas antiguas hermosas. Las cosas antiguas tienen alma. Ves la pátina en una vieja pared, o en un mueble y piensas: Alguien vive aquí. Es lo mismo con la sociedad en general, si todo es siempre nuevo, entonces no hay estabilidad” (Olaf Martens)




Revisar el portfolio de Olaf Martens es una agradable tarea que hay que degustar con tranquilidad, no solo por la cantidad de imágenes que en él encontramos, sino por la cantidad de historias que nos cuenta en cada imagen. Seleccionar unas pocas como siempre es una tarea singular que resulta a todas luces insuficiente en un fotógrafo de la talla de Martens. Su obra ha sido mostrada en numerosas exposiciones y se encuentra también en un gran número de coleccionistas privados.






























































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