miércoles, 15 de junio de 2011

LA SEMILLA DE MI VIDA



De mi pecho desgarrado germino una semilla.
Creciendo cual tronco por mí ser.
Cual ramas por mis brazos…floreciendo en rosas de agonía.
De ellas, pétalos de sangre que a tu paso morían.
Llorando gotas carmesí, savia de mi vida…
Me convertiste en insignificante arbusto lleno de espinas…
Más, el fuego de mi alma incineraba todo el dolor
Anclando raíces en barbecho, donde solo el deseo germina y el viento aleja las cenizas.
Bien arraigada en tu tierra baldía…que un día fue prado, fue mi edén.
Sintiendo cada vez más lejos tú presencia. Más errantes tus caricias…
Un sutil aroma atrajo tu mirada.
Por fin contemplaste lo más hermoso, nacido de mí corazón...
Arranque de mi pecho el preciado tesoro.
Te la ofrecí…y al acercarte mi abrazo como cepo de caricias te atrapo.
Pegue tu cuerpo al mío, como carnívora mi tronco te devoro.
Clavándote una a una mis espinas, saciándome de ti.
¿Tú sangre? savia para mi vida.
¿De ti?…astillas en la dura madera de mi tálamo.
Que de tanto anhelarte a una cruz se asemeja, y en ella te ancle.
De mi pecho desgarrado floreció una rosa de sangre, de una semilla que tu plantaste, donde gozo tu agonía…entre mis rosas y espinas.
 (L.E.D.D)

No hay comentarios:

Publicar un comentario