martes, 8 de marzo de 2011

UN DÍA CUALQUIERA.

Empezó como un día cualquiera. Después de arreglarme y salir disparada me di cuenta,  no había cogido las llaves de casa, ¡empezamos bien el día!, me dije de camino al trabajo. No era cuestión de volver, así que me resigne. Ya lo solucionaría más tarde.
Tome un taxi. El conductor muy amable se empeño en darme charla…pero no escuchaba casi nada de la conversación hasta que note algo raro…la dirección no era la correcta, la verdad, me entro miedo. Al preguntar qué pasaba fue cuando me fije en su cara. Por su espejo retrovisor vi sus ojos sonriendo pícaramente mirando mis piernas que asomaban por debajo de la falda, con las prisas se había subido hasta mostrar todo el muslo con medias de liga y parte del tanga negro transparente que llevaba…
Paro el coche en medio de unas naves abandonadas fuera de miradas indiscretas…
Se volvió para hablarme, y fue cuando me fije en el…no estaba nada mal, pero nada mal ¡!
-Señorita, creo que me he perdido, perdone.
Del miedo pase a la sorpresa. Mi cuerpo empezaba a sentir el hormigueo del deseo y la sensatez se esfumo de un plumazo, olvidando las prisas y mi estrés de la mañana…
-Y ahora que hacemos ¿mira el GPS o le indico? conteste con una sonrisa atractiva y sugerente.
 Entendió perfectamente…salió del coche y abrió la puerta invitándome a salir, tomo mi mano para ayudarme al mismo tiempo que de un solo movimiento me agarro de la cintura apretando su cuerpo contra el mío…la sensación fue brutal. Mis flujos empaparon todo mi sexo, mis pezones se endurecieron  mientras él los sacaba de la blusa casi rompiendo la tela al morderlos y succionarlos… saco su polla, grande, morada de deseo…tiro de mi, de mi pelo poniéndome en cuclillas para chuparla hasta casi ahogarme. El dolor y el placer de ser sometida al capricho de un desconocido…eso me excitaba aun más. Cuando ya mi garganta estaba a punto de reventar, lamiendo y babeando…tiro de mi de manera que me puso a cuatro patas como una perra apoyada en el asiento trasero arrancando el tanga. Me la metió por detrás de un solo empujón…. ¡dios!, pensé que moría de gusto corriéndome como una zorra… A cada embestida mi cuerpo pedía más y más, no sé cuantas veces grite ya no podía parar de correrme hasta que él termino conmigo, dejando su semen fluyendo y deslizándose por mi culo.
Como si nada hubiera pasado nos vestimos y arreglamos. Sin decir palabra entramos dentro del auto y me llevo a  la dirección que le había dado al principio. Cuando paro solo me miro y sonrió.
-Que pase buen día señorita, adiós.
De pie en la acera aun no me creía lo pasado, sin bragas, sin llaves y el día aun no había empezado.
El resto de la jornada fue como imaginaba, estresante…cuando salí del trabajo al llegar a casa recordé ¡las llaves! 
El conserje hacia horas que se había ido, pensando que hacer, derrotada en el portal, muerta de cansancio y con la experiencia matutina aun en mi cabeza, no estaba para mucho pensar…una amiga, un hotel…hacia poco que vivía en ese edificio y no conocía a nadie a quien pedir ayuda. En esas estaba cuando una mujer, por cierto muy atractiva, llamo por el telefonillo del portal, le abrieron la puerta. Una de mis vecinas, no la conocía…bueno, no conozco a nadie, se acerco  y dio las buenas noches…
-Nena, ¿qué te pasa? menuda cara debía tener…en dos palabras le comente la situación y me contesto…
-Esta noche te quedas en mi casa, y no acepto un no. Mañana cuando llegue el conserje te da las llaves y todo solucionado.
Sin fuerzas ni ganas de hacerme de rogar acepte… ¡un baño caliente! por fin.
Mi vecina está casada. Una pareja más o menos de mi edad, sin hijos, normales según ella. Entramos, ella muy amable me acompaño hasta la habitación de invitados dándome toallas y ropa para estar cómoda después del baño…que bendición, jajajaja.
La verdad es que no los conocía de nada pero era un detalle por su parte, a si que pensé que serian majos.
Un aroma a comida salía de la cocina, no me había dado cuenta del hambre que tenia…y me acerque ofreciendo mi ayuda…
-Quita mujer, ve con Fran al salón y os tomáis una copa de vino mientras termino...toma las copas y serviros, ponerme una a mí, vale cielo…
Cuando entre al salón y vi a su marido casi me da algo, no sabía que decir…solo miraba la cocina y pensaba en su mujer. Empecé a beber y creo que se me subió  a la cabeza de golpe, me reía de puro nerviosismo…no me di cuenta que lo tenía encima hasta que me sugirió que me pusiera más cómoda, ¿si no tenia calor?… para entonces estaba tan borracha que me pareció normal. Cuando julia entro en el salón ya estaba desnuda, se acerco y me beso profundamente con lujuria y deseo…bajo por mi cuello, lamiendo mi piel de tal manera que mi relajación era plena, me deje arrastrar hasta la cama. Fran, mi taxista…volvió a meter su polla en mi boca mientras le contaba a julia como me había enculado y lo guarra que había sido e iba a ser…mientras, ella pellizcaba mis pezones haciéndome gemir de dolor y placer,  el ambiente se caldeaba cada vez más…
Entre los dos me ataron y taparon los ojos…silencio, de pronto sentí una ráfaga de dolor que llego a doblarme de placer y sorpresa, no esperaba esa reacción en mí, jamás había sentido una sensación tan intensa, tan plena…
Yo solo quería más…ser suya, de ellos, sentir esta nueva faceta que jamás pensé desear, dejar que me ataran, usaran, sentirme una perra y sentir… sentir como la fusta en mi cuerpo deja surcos silbando en el aire, mientras me arranca pinzas de mis pechos, de mi coño, de todo mi cuerpo… arrodillada en el suelo recibiendo el látigo en mis carnes cada vez más roja, más sensible,… ciega, guiándome solo por sus palabras, sus deseos. Viviendo el calor de la cera por vez primera recorriendo mi piel, loca, salida como hacía tiempo. Toda la noche, solo para ellos y de ellos…mis vecinos, quien lo iba a imaginar…
A la mañana siguiente desperté como una persona nueva, me duche mientras miraba las marcas de la noche pasada  y salí al salón sin saber muy bien como encajar lo de la noche anterior. Julia estaba en la cocina y allí fui…
-Hola cielo, ¿qué tal has dormido? anoche te tuvimos que meter en la cama y arroparte jajaja ahora desayuna, ah tus llaves, fran se las pidió al conserje antes de irse a trabajar…
Alucinaba, como si no hubiera pasado nada…
Me miro, sonriendo acaricio mi cara y me beso largamente y me dijo
-Ha hecho copias.
Desde aquel día con su noche, lo vivo intensamente…
(L.E.D.D)



No hay comentarios:

Publicar un comentario