Mi mente abre
un baúl lleno de recuerdos y vivencias. Guardado en el desván de mi memoria.
No siempre
me sentí Ama.
Nunca percibí esa necesidad, más bien todo lo
contrario. Sin saberlo, mi propio carácter suplía ese rol al que ahora pongo
nombre y me reconocí en él...Ama.
Cosas que solo yo sentía, percibía y disfrutaba manejando
al chico de turno a mi antojo con la entrega total. Muy distinta a la educación sumisa que imponía
la sociedad y la familia. Por necesidad. Rebelde, respondona he inconformista.
Creces y
cambias.
Maduras y la
sociedad contigo.
Solo por seguir viviendo y con los años no ser un trasto roto.
Ya no estas
perdida y sola. Reconoces y aceptas…Ser tú.
Te descubres. Sientes de otra manera, miras distinto al mundo. Tu vida.
Y decides que es hora de que te complazcan. Dominar y no ser dominada.
¡Ama!
Ser Ama, Dominante o Dueña ¡Es Maravilloso!.
Responsabilizarse
de alguien, que voluntariamente se entrega a ti, el poder sobre todo, la
excitación, la plenitud…
Cuando por
fin se acoplan todas las piezas, recibes todo y más…bueno y no tan bueno.
Te
comprometes a cuidar y hacer sentir lo que se espera de ti. Tus órdenes, ley, sin dañar ni perjudicar, mental y físicamente. Respetar lo
pactado, consensuado, ser fuerte y demostrarlo.
Su AMA, en
todos los Sentidos.
¿PERO?
Siempre hay
un pero…
Encuentras la persona adecuada (o eso crees) Empieza el adiestramiento (cada Am@ tiene sus gustos). Estudias su entrega, comportamiento, habilidades y compenetración.
El conocimiento da el poder. Saber cómo educar, doblegar su carácter sin perder su esencia.
(Al fin y al cabo, eso es lo que nos atrae de este mundo).
El respeto y
la devoción se ganan por ambas partes. Cuesta tanto llegar a sentir esa
conexión que ya de por si es un reto, un desgaste físico y mental tan brutal
que muchas veces piensas en dejarlo.
Intentas poner una barrera emocional, pero no sirve de nada. La entrega total solo se consigue con tiempo y confianza.
¡Nos
engañamos!
Como en
cualquier relación no esporádica. Como cuando era una cría.
¡A veces si!
Entonces te
pierdes.
Pierdes el
poder sobre ti mism@. Necesitas de ell@s para sentirte llena. Entran en tu vida
siendo algo más que tu sumis@.
Sacrificas
tu entorno. Solo quieres estar y sentir.
Y al final,
te encuentras sola y amargada. Somos humanos como ell@s. Esperas entrega y solo son demandas. Entras en su vida y problemas.
Sumando los tuyos al día a día. Sin
entender el vacío que sientes con cada mentira dada en tu vida para satisfacer tus instintos. ¡SUS DESEOS!
¿Quién dijo
que ser Dominante es tener poder?
¡No tienes
nada, lo pierdes todo!