Como un día cualquiera me asomo por mi esquina, esperando que algo pase…que no sea lo de siempre, tanto de lo mismo, hastía.
Siempre me digo ¿algún día encontrare mi sitio? Pero no, no soy capaz de darme más de lo que en su momento ofrecí. Dejando el alma y mi reputación en manos de los demás.
Miran la mercancía con ojos de usureros esperando una rebaja en la tarifa. Pecadores pervertidos todo tiene un precio, aunque sea a costa de los demás…El corazón roto o la piel a tiras.
Se ofrecen, venden, compran, alquilan, requisan…Con tal de Soñar o Sentir que son Dueños de Alguien, que, rara vez podrán conquistar. Con tal de pertenecer, ser importante, necesaria para quien les protegerá, respetara…Hay que saber cuando dejar de recibir y empezar a dar.
La doble vida. El que diran…Pocos levantan y muestran sus cartas ante la sociedad. El “juego” del sexo, consensuado, seguro. ¡El código!…Sabios eruditos que jamás han tenido una sesión, pero lo saben todo y de todos (muy leídos) Las pobres que se dejan orientar por quien se dice Ser…nunca ha Sido y tal vez nunca Sera.
¡Mentiras!
Dominante o dominado ¿Quién tiene el poder?
Como la puta vida, todos con nuestras miserias…Dejar de soñar, a este paso… ¿Quién se fía de quién?
Sigo mirando, tranquila…Viendo como se despellejan en pos del Poder, Notoriedad, Placer…
La vida sigue y por hoy…
Cierro mi esquina.
(L.E.D.D)